Durante las jornadas del viernes 11 y lunes 14 de abril, la Escuela del Magisterio abre sus puertas a una nueva edición de la Feria Literaria del Libro Usado, una propuesta organizada de manera conjunta por la Biblioteca de la institución y el área de Lengua. El objetivo no es solo fomentar la lectura entre estudiantes, docentes y personal de la escuela, sino también impulsar el intercambio, el reciclaje y el acceso a materiales de lectura a bajo costo.
“La feria tiene un fuerte componente ecológico, queremos que los libros circulen, se reutilicen, se reciclen”, explicó Ivana Vicchi, jefa del área de Lengua. “Y también buscamos que los estudiantes puedan vivir la experiencia de tener un libro en papel, que descubran las diferencias en colores, texturas, ediciones... y que puedan valorarlo frente a lo digital.”
La propuesta se enmarca dentro de las actividades anuales del área y apunta a que estudiantes de todos los niveles puedan acceder a lecturas tanto obligatorias como recreativas. Entre los títulos disponibles hay novelas clásicas, historietas, cómics, literatura infantil y juvenil, además de los textos que forman parte de las lecturas curriculares de Lengua y Literatura de primero a quinto año. Los precios son simbólicos y accesibles: “No tiene un fin de lucro, el monto que se le pone a cada libro es mínimo, para que todos puedan llevarse algo”, señaló Vicchi.
Previo a la feria, se realiza una campaña de recolección que habilita a que los mismos estudiantes vendan libros que ya leyeron. “Nos parece importante que quien vende también sea estudiante, y que eso les permita adquirir por una módica suma libros nuevos o intercambiar los del año pasado”, agregó.
El evento suele atraer a un público fiel y ávido lector que se anticipa en la búsqueda de clásicos o géneros muy demandados como el misterio y el terror. Pero también ha logrado captar la atención de lectores ocasionales. “Hay cursos que se acercan con sus profes a recorrer la feria. A veces algún estudiante se tienta con una lectura que no tenía pensada, y eso también es valioso”, relató Vicchi.
Una novedad de esta edición es la presencia de estudiantes de los TAPS de otras escuelas de la UNCUYO. “Nos parece muy bueno que puedan conocer otras actividades que se hacen en el Magisterio. La feria es también una forma de abrir la escuela y compartir lo que se hace acá.”
Además, se ha sumado una gran cantidad de docentes y personal no docente que participan como compradores, ya sea para llevar libros a sus hijos, hacer regalos o simplemente sumar lecturas personales. “Todo esto fomenta la lectura, que es nuestro objetivo principal”, concluyó Vicchi.