A 40 años de la Guerra de Malvinas estudiantes y personal de la Escuela del Magisterio recordaron la historia de las Islas y los terribles sucesos del conflicto bélico . “Malvinas es una historia de usurpación iniciada en 1833 y una herida abierta en el corazón de los argentinos desde 1982, año en el que más de 23 mil valientes soldados fueron enviados para recuperar ese suelo en el que nunca debió dejar de flamear nuestra querida bandera” expresaron los profesores a cargo del acto ante la mirada atenta de todos los presentes.
En el discurso que preparó el área de Geografía se destacó todas las acciones diplomáticas que se realizaron antes de la guerra. “Nada hacía pensar que la última dictadura iniciaría un operativo militar en nombre de la patria, tomando una noble causa nacional, un sueño colectivo, como una excusa para permanecer en el poder y legitimarlo”
En el recorrido histórico recordaron el amanecer del 2 de abril con la noticia de que se había emprendido la recuperación de las Islas Malvinas, Geogias del Sur y Sandwich del Sur. “Tal hecho interrumpió décadas de trabajo diplomático, pacífico y negociador de sucesivos gobiernos argentinos; para dar paso a una acción militar improvisada, irresponsable y sin un correcto análisis internacional de la situación por parte de sus mentores” remarcaron en la locución.
En la misma línea resaltaron los sucesos más duros del conflicto bélico con especial énfasis en los soldados argentinos, jóvenes de menos de 20 años que “no solo carecían de armas, de conocimientos y de preparación sino también de vestimenta adecuada y alimentos”.
También hubo un momento para pensar el posguerra y las dificultades que atravesaron los veteranos de aquel duro suceso que continúo atormentando mucho tiempo después del cese del fuego. “No debemos olvidar el legado de una guerra trágica -como todas las guerras- en la que 649 combatientes perdieron su vida y en la que cientos se la quitaron luego por el dolor y el abandono”
Para cerrar dejaron un mensaje sobre la necesidad de mantener viva la historia, de tomarnos un tiempo de reflexión y respeto. “Solo nosotros, como sociedad, podemos contribuir en su sanación a través de la MEMORIA, el RECONOCIMIENTO y el respeto por la PAZ y la VIDA”.