La Escuela del Magisterio recordó el dia de la Memoria, por la Verdad y la Justicia. El profesor Julián Pischetz, para conmemorar la fecha, dedicó palabras a los y las estudiantes de nuestra institución.
"Hoy, cada nieto que aparece es una victoria sobre el olvido y la muerte, y es esencialmente una victoria del Estado de Derecho, de la Calidad Institucional", dijo.
A continuación, compartimos el texto elaborado por el docente.
Los Derechos Humanos no solo deben formar parte de este breve acto de reflexión escolar, sino, por sobre todas las cosas, son la consecuencia de principios hechos carne a través de la historia y constituidos en la certeza existencialista de que el SER, el EXISTIR está basado en la lucha comprometida para defender su inviolabilidad, el respeto por la vida, esto es, en definitiva, lo que nos hace seres humanos.
Digo que esto es esencialmente lo que nos humaniza y nos otorga existencia porque va más allá de cualquier diferencia terrenal o local que nos puede enfrentar, la defensa de los DDHH trasciende fronteras, generaciones y culturas. Ha sido a lo largo de la historia de la humanidad la ignorancia, el olvido y la falta de respeto de los DDHH lo que ha construido una sociedad injusta, sin solidaridad y plagada de tragedias.
Desde marzo de 1976 hasta diciembre de 1983, los militares instalaron un gobierno de facto que se adjudicó la suma del poder público, se atribuyó facultades extraordinarias y en el ejercicio de esos poderes practicó un terrorismo de Estado violando repetidamente los derechos humanos.
En el juicio a las Juntas quedó demostrado que a partir de ese día se instrumentó un plan sistemático de imposición del terror y la eliminación física de miles de ciudadanos sometidos a secuestros, torturas, detenciones clandestinas y toda clase de vejámenes.
Hoy 24 de marzo se cumplen 41 años del golpe de estado de 1976 que derrocó a un Gobierno Constitucional, golpe éste que no solo significó el quiebre del orden institucional, sino, que dio comienzo a la instauración en nuestro país de la más cruel de las dictaduras, donde a partir del terrorismo de Estado ejecutaron un plan donde miles de nuestros hermanos fueron secuestrados, asesinados, presos, torturados, exiliados, prohibidos, cesanteados, discriminados, y lo que es peor: "desaparecidos". Se impuso, de esta manera, una política de terror y avasallamiento de los derechos sociales e individuales del pueblo Argentino.
En los oscuros momentos de la noche dictatorial, fueron mujeres y hombres, pero sobre todo mujeres, tantas veces relegadas por la historia oficial, las que se organizaron para enfrentar a la barbarie, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. Ese puñado de mujeres sin más poder que su dolor, su amor y su coraje, enseñaron el camino de la lucha para reconstituir un orden democrático y por conseguir una cuota de justicia y de verdad.
Hoy, cada nieto que aparece es una victoria sobre el olvido y la muerte, y es esencialmente una victoria del Estado de Derecho, de la Calidad Institucional, porque no puede haber Estado de Derecho ni Calidad Institucional si no hay Identidad". Por eso, más que una prueba de ADN, es una prueba de Justicia.
La gravedad de lo ocurrido, su saldo doloroso y desgarrador, las monstruosas y aberrantes conductas en que cayeron las fuerzas armadas, las consecuencias de la concentración económica, el desempleo, el aumento de la pobreza, la destrucción de la economía local y la exclusión que se derivaron del modelo implementado, hacen obligatoria la reflexión sobre ese período. Porque el pueblo que no piensa su pasado y que no lo elabora, corre el grave riesgo de repetirlo. Ese proceso de recordar, esa reconstrucción de la memoria, es un valioso mecanismo de resistencia y de búsqueda de la verdad que viene acompañado por la necesidad de hacer justicia.
Cuando las sombras reseñen las historias y cuando el fuego aliente a los desaparecidos siempre ha de surgir, jueza incansable del tiempo, memoria la llaman y siempre porta Verdad y Justicia.
Este momento debe servirnos para construir colectivamente una jornada de reflexión y análisis crítico de la historia reciente. Proponemos un momento para que estudiantes, junto con directivos, docentes y todos los integrantes de la comunidad educativa y local comprendan los alcances de las graves consecuencias económicas, sociales y políticas de la última dictadura militar y se comprometan activamente en la defensa de la vigencia de los derechos y las garantías establecidos por la Constitución Nacional, y del régimen político democrático realzando los valores de solidaridad, respeto y tolerancia.
24 de marzo exclamamos PRESENTE en nombre de todas y todos los desaparecidos de nuestra patria y mirando a nuestra bandera decimos, Memoria, Verdad y Justicia.
Para finalizar, el profesor Pischetz indicó que la propuesta de trabajo, en este formato de los actos conmemorativos con el área, es un paso adelante y por sobre todo el trabajo reflexivo y crítico de los estudiantes con afiches referidos a la fecha.