Los días y momentos previos a la fiesta que vivimos, lejos estuvieron de excesos y peligros. Los chicos recibieron sus buzos, se juntaron, ensayaron coreos, eligieron música, buscaron colores, nos prepararon sorpresas, disfrutaron de hacer carteles y pintaron de felicidad sus rostros. También hubo reflexión y acuerdos con las autoridades, que se respetaron. En la fiesta del viernes 3 de Junio nuestra querida promoción 2016 nos regaló un momento que pudimos disfrutar entre todos. Autoridades, padres, docentes, personal de maestranza, alumnos compañeros de distintos años, todos nos llevamos la alegría compartida. Un éxito que trascendió la simpleza y alegría adolescente para ir más allá: sembrar la semilla de que a través del diálogo y la reflexión generamos espacios de sano encuentro y diversión.
La Escuela del Magisterio se suma a los TAP
22 de noviembre de 2024