La ley 26.150/ 16 imprime la necesidad de trabajar en las escuelas a partir de la impronta de la educación sexual integral la que, a partir de sus cinco ejes, posibilita enmarcar las complejas realidades educativas. Ejercer nuestros derechos, valorar la afectividad, cuidar el cuerpo y la salud, garantizar la equidad de género y el respeto a la diversidad se visibilizan como andamiajes teóricos y éticos desde los cuales podemos pensar la realidad escolar e intervenir en ella.
En la escuela del Magisterio, desde el 2022, se resignifican las acciones institucionales respecto a la ESI fortaleciendo el carácter interdisciplinario de las mismas. Queda, así, constituido el Equipo ESI conformado por los licenciados Daniela Canto, Pilar Campana, Manuel Bringa y la abogada profesora Gabriela Padua. Como principales objetivos se plantea, por ejemplo, orientar la transversalización de la ESI a docentes y a personal de apoyo académico de la institución.
Además, se optimiza la generación de espacios específicos para tratar temas relacionados con la ESI con los estudiantes en conjunto con equipos docentes. El trabajo coordinado con el Servicio de Orientación de la institución, resulta imperativo para la instalación efectiva y sostenida de los preceptos de la ley ESI en cada intercambio intra- escolar.
Finalmente, la implementación de iniciativas coordinadas con distintos estamentos estudiantiles (Centro de Estudiantes y Promotores de derechos), posibilita la circulación de la palabra y la co- construcción de estrategias que alojen a cada estudiante en los alcances de la ley. Las jornadas institucionales relacionadas a la ESI, pueden dar cuenta del trabajo conjunto y colaborativo que busca apuntalar este tan ansiado derecho para toda la comunidad escolar: el derecho a recibir Educación Sexual Integral de calidad.