En el contexto del 8 de marzo, día Internacional de la Mujer, las docentes Valeria Gironi, Mercedes Barischetti y María José Gómez compartieron su mirada y reflexionaron sobre el rol que cumplen junto a sus pares en nuestra institución, la Escuela de Magisterio, en la educación y la sociedad.
A continuación, compartimos sus mensajes.
8 de marzo, Día internacional de la mujer - por María José Gómez
Las Naciones Unidas en 1975 establece el 8 de marzo como “Día internacional de la mujer” con el fin de conmemorar y reflexionar sobre los derechos laborales e igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.
Esta fecha se vincula a un hecho histórico ocurrido en Cotton, EE UU en el año 1908, en el cual 129 mujeres que trabajaban en una fábrica textil mueren en un incendio provocado de modo intencional, durante un día de reclamo sindical.
A lo largo del tiempo se han ido ampliando las necesidades de visibilizar aspectos de desigualdad e inequidad que sufren las mujeres de todo el mundo, especialmente vinculadas a violencia de género.
Este año 2023, ONU Mujeres invita a reflexionar sobre la necesidad de un mundo digital inclusivo, sin sesgos ni desigualdades para niñas y adolescentes.
Plantea que la innovación tecnológica debe tener en cuenta la igualdad de género a partir de cuatro llamados:
1.Eliminar todas las barreras para acceder al mundo digital
2.Capacitar a niñas y adolescentes en STEM (acrónimo en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas)
3. Permitir que las mujeres creen tecnología que satisfaga sus necesidades
4.Eliminar la violencia de género en línea
Es fundamental desde los ámbitos educativos generar espacios de reflexión y debate en torno a estas problemáticas a fin de acompañar a nuestros jóvenes en la construcción de una sociedad más justa e igualitaria.
CARTA ABIERTA DE LA ESCUELA DEL MAGISTERIO A SUS MUJERES EN SU DÍA - Por Valeria Gironi
Mujer Tu nombre ha estado unido a mi historia desde mis inicios. He sido, soy y seré una institución en la que tu presencia siempre se ha mostrado firme y tenaz. Yo te saludo hoy, pero reconozco que tu batalla es cotidiana y eterna, y tu deber, sagrado e imprescindible: reivindicar desde el aula la lucha de tantas otras mujeres que desde ámbitos diferentes han contribuido a lograr un mundo más justo y equitativo.
Sé que a veces tu carga es demasiado pesada porque tus roles se multiplican para abarcar complejas realidades. Escenarios que se enlazan, además, con los personales. Y te toca ser “todo para todos”, en medio de una sociedad que exige, que demanda, que reclama, pero que poco colabora. Pero justamente es en ese punto donde las mujeres del Magisterio hacen la diferencia.
Profundamente humanas, hábilmente sensibles, atentas y afectivas, mis mujeres no pierden el norte y levando las velas del cuidado, la ternura, la paciencia, se reconocen maestras, magister, en el arte de acompañar, de hacer crecer, de abrir ventanas curiosas hacia otras realidades. Y se levantan, y siguen, y enseñan con el ejemplo que nada se logra sin esfuerzo y que nadie puede limitar lo lejos que se puede llegar.
Por eso hoy quiero abrazarte, mujer del aula. Te aplauden generaciones de mujeres que pasaron por esta misma casa. Y escondido en la mirada de quienes te escuchan y te observan en los bancos de tus clases, el futuro te sonríe, y te susurra: “eternamente…gracias”.
¿UN TRABAJO DOCENTE PARA LA LIBERACIÓN O LA SUMISIÓN? - Por Mercedes Barischetti
Así como es posible distinguir los diferentes ámbitos en los que se producen los procesos de "formación docente", es posible establecer también la distinción analítica entre la “feminilización" de la docencia (Silvia Yannoulas, 1996; Guacira Lopes Louro, 1997), entendido como proceso por el cual se promueve y se mantiene una presencia cuantitativa de mujeres mayor en el trabajo docente, y la "feminización" como proceso de corte cualitativo por el cual se moldea una tarea y una subjetividad ajustadas a los mandatos de femineidad.
Queda planteado así un interrogante indagar que ha tenido diversas respuestas. La pregunta de si este mercado laboral destinado principalmente a mujeres implicó para ellas una oportunidad única de liberación (de ascenso social, de emancipación económico y de acceso a bienes culturales) o si, por el contrario y/o en paralelo, las constriñó durante más de un siglo a un molde de femineidad sumamente difícil de sortear. Seguramente la respuesta se ubica en el medio de estos dos polos; algunas mujeres, con más recursos familiares o culturales pudieron filtrarse en los intersticios del sistema y, jugando con las reglas del juego, contribuir para transformarlo.
Como se consignó al inicio de este punto, actualmente y aún con contradicciones, es posible encontrar indicios de un imaginario social que liga a las maestras (principalmente las de inicial y primaria) a valores asignados a la maternidad, tales como la entrega, la afectividad, el altruismo, el cuidado. Y en el caso de las profesoras mujeres, aparece un imaginario que las considera como las adecuadas para brindar los conocimientos con menor prestigio académico, es decir los "blandos" (a diferencia de los saberes "duros" de las ciencias exactas).
Si estos indicios resuenan aún en la vida cotidiana escolar, resulta relevante preguntarnos, ¿qué papel cumplieron y cumplen los espacios de formación inicial y continua en dicha subjetivación patriarcal y cisheteronormativa?, ¿qué contenidos y qué rasgos se modifican en la transición de "madre educadora" a "trabajadora de la educación"?, ¿qué fuerzas de la conservación y qué fuerzas de la transformación desde la perspectiva de género encuentran en los desempeños profesionales?.
Morgade, G. et al. (2022) ESI en la Formación Docente. Mariposas Mirabal. Experiencias en foco. Cap. 1 “ESI en la formación docente. Contra el androcentrismo académico, la pedagogía bancaria, y el paradigma tutelar”. Pp 17-18. HomoSapiens Ediciones.
