En la Escuela del Magisterio, los actos escolares constituyen una experiencia profundamente significativa. Cada división de cuarto año lleva adelante la preparación integral de un acto conmemorativo, en el marco de un proyecto institucional interdisciplinario que integra los espacios curriculares de Historia y Lengua.
Esta propuesta, de carácter evaluativo, invita a los estudiantes a asumir un rol activo en la construcción de conocimiento, la recuperación de la memoria histórica y la transmisión de valores compartidos. A lo largo de varias semanas, los grupos se organizan en comisiones de trabajo, elaboran guiones, diseñan escenografías, gestionan presupuestos, preparan una feria de platos para recaudar fondos y toman múltiples decisiones creativas y organizativas.
El proceso fortalece habilidades como el trabajo en equipo, la escucha, la planificación, la toma de decisiones consensuadas y el compromiso con una producción colectiva que será compartida con toda la comunidad educativa. El resultado final —las tres funciones teatrales en una misma jornada— da cuenta del esfuerzo, la dedicación y el compromiso del grupo.
Esta experiencia, que es una de las más recordadas por quienes egresan, promueve una escuela que enseña haciendo, que valora la diversidad de talentos y que ofrece espacios para que cada estudiante pueda expresarse y participar desde sus fortalezas.
Los actos escolares del Magisterio son mucho más que un momento en el calendario: son una oportunidad para vivir la escuela como un lugar de pertenencia, creatividad y construcción conjunta de ciudadanía.