La Escuela del Magisterio está orgullosa del esfuerzo que ponen sus estudiantes para alcanzar sus objetivos. Alma Fragapane, de 15 años, es estudiante de tercero de Comunicación y hace unas semanas viajó a Perú para poder participar del Sudamericano de Gimnasia Aeróbica, donde obtuvo el tercer lugar por equipos en la categoría junior. A este torneo clasificó luego de haber participado de un nacional de clubes en la provincia de Misiones.
Alma, que practica en este deporte en IMD, de Godoy Cruz-Perito Moreno, compitió con otras deportistas de Perú, Chile, Brasil, Colombia, Uruguay, México y Estados Unidos y ahora ya piensa en el mundial 2024, que este año fue en Portugal pero que todavía no tiene sede definida para el futuro. “Es importante haber participado, te permite tener otros puntos de vista, ves diferentes niveles y eso le da relevancia al torneo”, dijo la joven estudiante del Magisterio.
Para la deportista la experiencia fue “divina” porque además del deporte pudo conocer gente de otros países, con otras miradas. “Esta experiencia me marcó. Es mi primer Sudamericano y mi primera experiencia fuera del país”, dijo.
La disciplina que practica Alma es similar a la gimnasia artística pero sin ningún tipo de elementos tales como pelotas, vigas, paralelas o similares. “Solo debés seguir un código de vestimenta, bailar con zapatillas y realizar determinados ejercicios en las coreo”, explicó.
Piensa en el mundial
Alma señaló que su aspiración es poder clasificar al mundial 2024. Pero también reconoce el esfuerzo realizado en esta oportunidad. “Salí tercera en la categoría de grupos. Mi primera opción era simplemente tener la oportunidad de ir, pero se logró el podio, así que aun mejor”, confirmó aclarando que probablemente la cita ecuménica sea en Europa.
Es importante señalar que para poder viajar a Perú, Alma y sus compañeras realizaron todo tipo de campañas para poder recolectar el monto necesario para subirse a este primer escalón en su carrera como deportista. Así, se la pudo ver por los pasillos del Magisterio vendiendo budines y “cosas dulces” para juntar, peso a peso, el dinero necesario para viajar.
La estudiante de Comunicación aclaró que la gimnasia aeróbica no es un deporte olímpico y dice que lo conoció cuando era más chica, cuando hacía danza clásica junto a sus hermanas. Luego, conoció la disciplina, se probó y quedó.
La escuela y los afectos, cerca
Para Alma fue muy importante el apoyo que la escuela le dio. Desde la difusión de la campaña solidaria para juntar fondos (debía recaudar 250 mil pesos) hasta para poder faltar durante las clases. “Me dieron mucha publicidad, me dejaron faltar y adelantar algunos trabajos para que no se me juntara todo al regreso”, dijo.
Respecto del apoyo familiar, señaló que siempre se sintió acompañada, y contó que estuvieron al tanto todo el tiempo del Sudamericano y siguieron por YouTube los tres días de torneo. Además, a su regreso, los compañeros y compañeras de escuela la recibieron con felicitaciones y escucharon atentos su participación internacional.
Ahora, Alma se enfoca hacia lo que será la clasificación del año que viene para el mundial 2024 y espera que, aun en el Magisterio para esa oportunidad, pueda llegar a cumplir con uno de sus sueños.