En junio del año pasado la República Argentina presentó oficialmente su nuevo mapa del territorio nacional, en donde se incluyen todas las Islas del Atlántico Sur, que siguen usurpadas por el Reino Unido.
Este nuevo mapa oficial es producto de la labor de COPLA (Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental). Esta comisión presentó ante la ONU, en 2009, los estudios para demarcar nuestra plataforma continental. Había trabajado desde 1997: 22 años de tarea ininterrumpida, atravesando crisis y gobiernos de distintos signos políticos, una verdadera “política de Estado”. En 2016 la Comisión especializada de la ONU aceptó la demarcación argentina, reconociendo nuestros derechos sobre una extensa área marítima. Y esa área incluye a las Islas Malvinas y todas las islas del Atlántico Sur que reclamamos año tras año se nos restituya su soberanía.
Y reclamamos que se nos devuelva la soberanía porque de hecho ejercimos esa soberanía desde 1811 hasta 1833, año en que fueron usurpadas por el colonizador inglés. El conquistador las pobló con familias de origen británico, que son los antepasados de los actuales habitantes. Entonces, este pueblo malvinense, de originario, no tiene nada…
150 años después, en un arrebato de una dictadura sangrienta que veía próximo su fin, pusimos un pie en esas tierras, y hoy recordamos a nuestros soldados que lucharon en esa guerra absurda, que de antemano sabíamos que no íbamos a ganar…
38 años han pasado de la guerra absurda. 188 años de la usurpación. Y seguimos reclamando nuestros derechos de manera pacífica, hasta que el conquistador, que hace pocos días dijo que usaría su fuerza para conservarlas de ser necesario, nos devuelva lo que nos pertenece por derecho, reconocido en numerosas ocasiones por los organismos internacionales.
Porque aunque la fuerza, las armas, los hayan mantenido 188 años ejerciendo soberanía en las Malvinas y los otros archipiélagos del Atlántico Sur, y explotando sus recursos y su posición estratégica, será el derecho internacionalmente reconocido, el que finalmente triunfe si quienes detentan el poder son capaces de contribuir a un mundo más justo.
Profesora: Cecilia Pérez Druetta
