La Escuela del Magisterio continúa fortaleciendo su compromiso con una educación integral, adaptada a los desafíos del presente. En este marco, se presentó la línea institucional 2025 sobre el uso responsable del celular y las tecnologías, orientada tanto a docentes como a personal escolar.
Este proyecto parte de una fundamentación pedagógica clara: la presencia de dispositivos móviles en el aula impacta en la enseñanza, el aprendizaje y el bienestar estudiantil. Por eso, lejos de una lógica prohibitiva, se propone un uso estratégico, consciente y ético de las tecnologías digitales. Integradas adecuadamente, pueden convertirse en herramientas valiosas para investigar, acceder a recursos, colaborar y personalizar experiencias educativas.
Una propuesta formativa e inclusiva
El objetivo principal de esta iniciativa es desarrollar habilidades de autorregulación y autocuidado en el uso del celular, al tiempo que se promueve la ciudadanía digital y el uso ético de las tecnologías, incluyendo el respeto por la propiedad intelectual y la comprensión de los alcances de la inteligencia artificial.
El proyecto también apunta a fomentar hábitos saludables, integrando el uso del celular de manera pedagógica y acompañando a los y las estudiantes en la construcción de vínculos más sanos con la tecnología.
¿Cómo se implementa en el aula?
Las orientaciones iniciales habilitan a los docentes a utilizar los celulares como recursos didácticos en situaciones específicas, por ejemplo:
- Actividades interactivas con encuestas y juegos educativos.
- Investigaciones rápidas en línea.
- Creación de presentaciones o videos breves.
- Documentación de experiencias de aprendizaje.
- Acceso a aulas virtuales o plataformas educativas.
En todos los casos, el uso del celular debe estar claramente comunicado y justificado, siempre con fines pedagógicos. Además, se prioriza el uso de netbooks escolares, como dispositivos diseñados para el aprendizaje.
Acuerdos comunes y compromiso compartido
Los acuerdos 2025 establecen que el celular:
- Solo podrá usarse con fines pedagógicos, cuando el docente lo indique.
- Debe permanecer guardado y en silencio durante el resto del tiempo.
- No se permitirá su uso para juegos, redes sociales o actividades ajenas a la clase.
- Se permitirá su uso al inicio y al final de la jornada para comunicarse con las familias.
- En caso de emergencia, podrá utilizarse previa autorización docente.
- Además, se implementará el uso de “bolsilleros” en cada curso, entendidos como una herramienta de cuidado y no de castigo, para promover acuerdos colectivos y el respeto por las normas de convivencia.
Trabajo conjunto con las familias
En este proyecto, se solicita la colaboración activa de las familias, tanto en el respeto de los horarios escolares como en el acompañamiento del uso adecuado de las netbooks y otros dispositivos. También se brindarán talleres para reflexionar sobre el uso de redes sociales y otras problemáticas digitales, fortaleciendo así el lazo escuela-familia-comunidad.
Esta política institucional representa un paso clave hacia una convivencia más saludable con la tecnología, apostando por un uso responsable, reflexivo y formativo, que contribuya a un entorno escolar seguro, inclusivo y comprometido con el aprendizaje.